viernes, 1 de mayo de 2009

Mawyen la Elfa

Era una tarde calurosa, extraña para la época. Mi tío como siempre había bajado al taller a fabricar más papel de pergamino.

Subí las escaleras sin prisas y me dirigí a su habitación, sabía que podría encontrar algo sobre ella, la dama de suave piel aterciopelada que mis pequeños dedos apenas habían tocado un par de veces.

Rebusque en la cómoda de la habitación y encontré parte de un diario destrozado escrito por mi padre, me senté y empecé a leerlo...

..........yacía casi inmóvil en la hierva, como si de una alfombra enorme se tratara, el cuerpo moribundo de Ilawen gran hechicera, la que hizo posible traer al mundo a Mawyen, mi primera flor recogida del bosque, mi gran apoyo en los tiempos de tristeza.....

mi amada:

"......Lorian... no llores, sabias que esto ocurriría tarde o temprano....y gracias a los dioses ocurre a tu lado, mírala hay esta con su sonrisa eterna.... la dama de negro, con sus manos huesudas sujetando su arma de trabajo......
ya no siento dolor, su presencia me tranquiliza a la vez que perturba mi tranquilidad.........mírala sonriente esperando que lance mi ultimo suspiro y me lleve de la mano.......si eso hará......
no llores Lorian... has sido valiente, el mejor de todos que a estado siempre a milado.....alegrando tardes de lluvia, y animando a todos a salir victoriosos de todas las batallas contra el mal pero........ esta es la única vez en la que no podrás ayudarme.......

Ella con su mirada hueca, sin expresión, ella sola me vencerá sin remedio....ningún escudo podrá defenderme de su ataque dulce y oscuro....ningún héroe podrá vencerla nunca, ella es la que elige a su próxima victima sin sentir remordimientos y sin hacer excepciones........

.......ya puedo sentir como su aliento gélido roba el poco de vida que me queda......
su perfume...huele a flores es dulce pero fatal......inspira tranquilidad, haciendo saber a su elegido que no hay escapatoria que no luche por huir...porque nunca lo lograra..........

......... mírala la única....que a conseguido hacer llorar al mas fuerte y sentirse importante al mas desgraciado.....la mujer que nunca se olvida de ti, siempre viene a buscarte cuando es el momento........

..........Lorian no me olvides, haz que me recuerden y también al resto de los hombres que ya han sido cosechados por ella como si de espigas de trigo se tratara...uno a uno sin prisas pero sin pausas........"

Por Lorian en memoria de: Ilawen y todos los valientes caballeros que perdieron la vida defendiendo la de los demás, en la batalla contra la oscuridad.

Seguí leyendo mientras mis palpitaciones se agitaban a medida que avanzaba y las lágrimas recorrían mis mejillas.

Un suspiro debilitado, una mirada cansada, una sonrisa eterna, apenas sus últimas palabras dulces como la miel sonaron en mis oídos..... Lorian entrega esta espada a Mawyen.... guíala en su camino..... Haz que siga la senda que vos siempre deseasteis para ese hijo varón que nunca tuvimos...... fórmala para que encuentre a un noble maestro que le enseñe en el manejo de tan preciado tesoro y más tarde ven con migo mi amado.........te esperare eternamente.

Se escuchó un golpe seco del cerrar de una puerta, sobresaltada arranque las hojas del diario y las guarde en la pechera de mis ropas, salí corriendo de la habitación de mi tío me abalance en mi camastro tapando completamente mi rostro con la almohada. Mi cabeza no podía dejar de pensar el porque él Lorian mi padre me había abandonado de esa manera en esa casa cuando prometió a Ilawen mi madre que cuidaría de mí. Agotada de tanto llorar y pensar cerré los ojos cayendo en un sueño profundo que trajo recuerdos extraños a mi mente....

Un recuerdo acude a mi memoria o quizás son simples imágenes creadas por mi gran imaginación, hago lo posible por alejarlo, pero él insiste en volver una y otra vez.

Fue aquella noche la que creí sería la más larga de mi vida sin que se me pasase por la cabeza que el mundo es una paradoja.... mi vida pasaría a ser la más larga de las noches. Mawyen tenía apenas 6 años, su padre la tomó en brazos y decidió llevarla consigo a un largo viaje, la alzó colocándola en sus hombros y partió con ella recorriendo grandes millas entre bosques.

Cayó la noche, Lorian decidió improvisar un falso techo con unas pieles, encender una fogata y pasar la noche en ese bosque.

Mientras Mawyen mordisqueaba una manzana junto al fuego, Lorian le canturreaba una canción mientras observaba como la pequeña comía y sonreía, en el ambiente se respiraba el suave aroma de un trozo de carne asándose, las mejillas sonrojadas de Mawyen por el calor de la fogata y unas risas de paz que de repente fueron arrebatadas por una garra.

Unas enormes uñas estaban rasgando las pieles. Los dos se abrazaron. Los jirones caían y se habría un enorme hueco.... en un instante vieron....sus ojos, su mirada roja como el mismísimo infierno. Enmudecieron.

La bestia atacó a Lorian deshaciéndolo en mil pedazos, convirtiéndolo en un gigantesco puzzle que ni el amor por Mawyen podía reconstruir. Ella salió corriendo pero algo la golpeó dejándola inconsciente.

Me desperté sobresaltada empapada en sudor, me senté en el camastro, respire hondo tranquilizándome... como había llegado de nuevo a esta casa?.....Quién me trajo hasta aquí?.... es posible que mi padre no me abandonara si no que me lo arrebataran?... solo recuerdo un largo viaje en barco y esa espada con incrustaciones carmesí, solo eso queda de mi pasado y ahora apenas una hoja y poco más del diario de mi padre que me ayude a recordar....

Discurrió el tiempo entre sueños extraños, juegos, risas, llantos y esas hojas de papel que guardaba celosamente junto a mí.

Una mañana temprano escuché los pasos incrustándose en los peldaños de madera haciéndola crujir a medida que se acercaban a la puerta de mi habitación, abrí los ojos y fije mi mirada a la gran puerta de madera que me separaba del exterior esperando que esta se abriera. La puerta se abrió lentamente y asomo la rubia caballera de Elenya que con voz dulce me dijo:

-Mawyen cariño levántate y baja un momento a la sala tu tío quiere hablar contigo de una cosa importante.

Giré mi cuerpo lentamente en el camastro y me incorporé poniendo las plantas de mis pies desnudos en la madera, me vestí y recogí mis pocas pertinencias introduciéndolas en una vieja bolsa de viaje como si de en un acto reflejo se tratara.

Mientras unas palabras venían a mi mente.... (No se como ni porque...la hora ha llegado...he de partir...estará él con sus brazos abiertos esperándome...será el momento de verle después de tanto tiempo...por fin conoceré lo sucedido...) las palabras se entremezclaban en mi cabeza cada vez más rápidamente....

Cogí mis cosas y me dirigí descendiendo las escaleras hasta llegar a la sala, allí estaba mi tío sentado con su pipa en la mano.

-Mawyen siéntate cariño he de hablar contigo.

Me senté en la silla justo delante de mi tío, alce la mirada y la fije en sus ojos verdosos esperando que sus labios pronunciaran la gran noticia.

-Mawyen has crecido y no podemos seguir manteniéndote por más tiempo, yo no puedo seguir educandote y he buscado a alguien para que termine de darte la educación que te mereces cielo.

Por un instante mi respiración se entrecorto y mis pensamientos cambiaron dando un giro de 90º... (No puede ser....dice ser mi familia...por qué?....que pretende...)medio balbuceando y con los labios temblorosos repliqué las palabras del que decía ser mi tío.

-Pero, pero...no puedes entregarme así...no ves que no tengo a nadie...solo tu y ella estáis aquí.

Tío se acercó a mí, alzo su mano y acarició mi pelo mientras decía...

-Mawyen prometí a tu padre que cuando llegará el momento tu educación la terminarías de hacer en un lugar lejos de aquí. Estarás bien y no te faltara de nada, son gente amable y te mostraran como utilizar tu gran corazón para ayudar a las gentes.

Acto seguido paró de acariciar mi pelo, se sentó de nuevo en su silla, alzó su mirada con una gesto serio y dijo en tono firme.

-Mawyen sube a tu cuarto y baja con tus pertenencias ya es tarde.

Le mire con cara de desesperación y de no entender nada, el ni pestañeo solo movió su cabeza marcando la dirección de las escaleras.
Subí a mi cuarto y baje con mi bolsa colgada a mis espaldas, tan solo asomaba la empuñadura de Ilme haciendo que la piedra carmesí reluciera con los destellos de la luz creando un aura rojiza que envolvía mi blanco pelo.

Llamaron a la puerta tres veces, mi tío se alzó, la abrió con un gesto seguro, sin vacilar. Mis ojos se centraron en la puerta sin pestañear, pude ver una figura de un hombre envuelto en una gran túnica y su cabeza completamente cubierta por una capucha. El hombre saludo a mi tío y más tarde hizo un gesto con la mano para que le siguiera, salí por la puerta con la cabeza agachada, en silencio y seguí a ese hombre durante varias jornadas de viaje.......

Atravesamos frondosos bosques, heladas montañas y cálidas llanuras en un viaje que parecía interminable y agotador.
Apenas podía alzar mis pies en cada paso que daba, las suelas de mis botas completamente desgastadas apartaban las piedrecillas del camino, avanzaba con la mirada clavada en el suelo deseando llegar a algún lugar lo antes posible.

El hombre encapuchado se detuvo un instante y pronunció unas palabras alentadoras.

- Mawyen alza tu vista y veras en lo alto de aquella montaña el lugar que será tu casa desde hoy mismo.

Alce la mirada dirigiéndola a lo alto de la montaña que tenia justo enfrente y pude ver la silueta difusa de una construcción que se confundía con el color de la piedra de la montaña.

Por fin llegamos a ese lugar, el hombre empujo la gran puerta de madera haciéndola crujir de tal forma que por un instante pareció derrumbarse.

Entramos a una gran sala austera en decoración donde me presentaron a la persona que se encargaría de mi educación en los últimos años de mi enseñanza...

Transcurrió el tiempo entre flechas, animales del bosque, libros que explicaban grandes batallas épicas y manuscritos de magia que hacían mención de lo que estaba por llegar.

Un solo poema guardaba el secreto:

Ai! Laurië lantar lassi súrinen
¡Ah! ¡Como el oro caen las hojas en el viento,
yéni únótimë ve rámar aldaron!
e innumerables como las alas de los árboles son los años!
yéni ve lintë yuldar avánier
los años han pasado como sorbos rápidos
mi oromardi lissë-miruvóreva
de dulce hidromiel en las altas salas
Andúnë pella, Vardo tellumar
de más allá del Oeste, bajo las bóvedas azules de Varda
nu luini yassen tintilar i eleni
donde las estrellas tiemblan
ómaryo airetári-lírinen.
en la voz de su canción sagrada y real.
Sí man i yulma nin enquantuva?
¿Quién me llenará ahora de nuevo la copa?
An sí Tintallë Varda Oiolossëo
Pues ahora la Iluminadora, Varda, la Reina de las Estrellas,
ve fanyar máryat Elentári ortanë
desde el Monte Siempre Blanco ha elevado sus manos como nubes
ar ilyë tier undulávë lumbulë
y todos los caminos se han ahogado en sombras
ar sindanóriello caita mornië
y la oscuridad que ha venido de un país gris se extiende
i falmalinnar imbë met,
sobre las olas espumosas entre nosotros,
ar hísië untúpa Calaciryo míri oialë.
y la niebla cubre para siempre las joyas de Calacirya.
Sí vanwa ná, Rómello vanwa, Valimar!
Ahora se ha perdido, ¡perdido para aquellos del Este, Valimar!
Namárië! Nai hiruvalyë Valimar!
¡Adiós! ¡Quizá encuentres a Valimar!
Nai elyë hiruva! Namárië!
Quizá tú la encuentres! ¡Adiós!

No hay comentarios:

Publicar un comentario